«Hola! Mi nombre es Gerónimo Agustín Del Zotto, egresado de la carrera de Producción Cinematográfica de la ENERC.
Trabajé en la película «Argentina, 1985» durante una semana en donde la locación fue Tribunales y alrededores. Mi rol fue de Runner de locaciones que consistía básicamente en detener el paso de las personas que no pertenecían a la producción cuando estábamos grabando alguna escena. Si bien el rol fue muy chiquito, la tarea no era del todo sencilla, ya que muchas veces había que insistir para que la gente no pase.
El grupo de runners (éramos unos 6 o 7) estábamos comunicados por handies con el jefe de locaciones en dónde este nos decía cuándo cortar el paso de personas y cuándo liberar el paso.
Parecería una pavada, pero realmente en una película de época, el hecho de que una persona aparezca sin el vestuario adecuado, puede arruinar una toma que salió bien. Por lo que el rol de runner de locación en exteriores, es fundamental. Me llevo dos cosas de mi breve paso por el rodaje de «Argentina,1985».
Por un lado, el hecho de estar in situ en la recreación histórica de tribunales, con esos autos de época y la gente lookeada distinto. Era como si una porción de espacio fuera el pasado, una sensación muy extraña.
Por otro lado, haber presenciado el momento de la filmación del atentado al fiscal Strassera fue un hecho que tampoco voy a olvidar fácilmente. Recuerdo que era bien la madrugada y que yo estaba de espaldas al auto en cuestión, de repente se escucha un fuerte estallido y me doy vuelta. Había folletitos de amenazas por todos lados.
Quedé sorprendido por ese momento de magia en donde el viento se llevaba todos esos papelitos y se escuchaba el «corte» por megáfono como si una coreografía acabara de suceder. Vi uno en el piso y lo agarré. Al día de hoy lo tengo pegado en la heladera como recuerdo. Son de esas cosas del trabajo en el cine que uno no se olvida.A fin de cuentas, por más que mi paso por «Argentina, 1985″ haya sido corto, me llevo buenos recuerdos y una experiencia muy linda de trabajo. Gracias a la ENERC por dejar compartir mi experiencia.»

Gerónimo Agustín Del Zotto
Producción Cinematográfica de la ENERC

«Mi experiencia en Argentina 1985 fue única. Haber podido ser parte de un equipo técnico tan grande, en sets pensados a gran escala me permitió tener una mirada distinta de lo que puede ser el cine en Argentina.
Inicialmente me llamaron para reforzar el área de locaciones para unas pocas jornadas de rodaje, las cuales se convirtieron en 23 jornadas de rodaje, encargándome de logísticas, despejes, cortes y organización de las distintas locaciones, en especial cuando filmabamos en tribunales.
Cuando una es pequeña, imagina cómo es un set, pero ver el desarrollo de una película de esta escala, es realmente gratificante. Una de mis experiencias más memorables del rodaje, fue en Plaza de mayo, cuando explotaron el auto con los panfletos, yo estaba ubicada a 50 metros, de frente a todo. A su vez, la cantidad de autos de acción y de logística para poder realizar todo esto situado en el año 1985, no es tarea fácil, habiendo avanzadas constantes de diferentes áreas para modificar hasta postes de luz de las calles de Buenos Aires. 
Esta experiencia fue mi primera laboralmente en cine, la cual luego me permitió ir creciendo hasta finalmente desarrollarme en la producción cinematográfica y audiovisual que es a lo que me dedico hoy en día. Como productora, el haber trabajado en locaciones, tanto en este filme como en otros proyectos, me ayudó a comprender sobre todas las áreas de trabajo, sobre la comunicación en el set y sobre los tiempos de rodaje. 
Argentina 1985 es una película muy importante para la sociedad argentina, tiene una forma de ser narrada que connota costumbres y simbolismos de la historia argentina. El formato audiovisual de una parte muy importante de la historia de nuestro país, permite que distintas generaciones se acerquen a esta. A su vez, de cierta forma queda presente, para que futuras generaciones puedan conocer un poco más sobre esta. Más allá de las opiniones personales, el formato audiovisual como recurso para la comunicación social, es clave en esta generación y en las próximas a venir. Y películas como esta, que se dirigen a distintos targets, permiten aún más alcance y comunicación sobre este tema. Es una película que tanto mi abuelo, mi papá y mi hermano menor disfrutaron, y permitió que socialmente conversemos sobre lo ocurrido y generemos un espacio personal y colectivo de memoria.»